Me dijeron:
-O te subes al carro
o tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas.
Gloria Fuertes
Me dijeron:
-O te subes al carro
o tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas.
Gloria Fuertes
DETRÁS DE LOS PÁRPADOS
detrás de los párpados queda la vigilia detenida
en el sueño un haz de luz centellea
y sospecho
que un paso más acá están las respuestas
recuerdo que en sueños
puedo volar
y vuelo
sobre escaleras rotas alturas silenciosas
y hombres que espían
¿qué fui yo?
¿qué delicados pies tenía
que corría sobre el cuerpo de la nocheaire?
¿qué mensaje llevaba?
¿qué vértigo me hundió los ojosmiedo?
¿qué burla corrosiva tocó mi hombro
y me abandonó despierta en la otra orilla?
¿alguien fue enviada en mi lugar?
¿alguien curó mis alas rasgadas por el silencio?
sé
que no supe llegar a destino
y que se desarmó mi vuelo leve y blanco en la neblina
y que estoy condenada en cada sueño
a repetir el intento
hasta que pueda fervorosa
traspasar en vuelo los párpados de la vigilia
y me gane
amanecer al mundo
con dos cicatrices en la espalda
PREGUNTA
habrá que resignarse a ser pregunta
arremangarse los pies
seguir andando
con un golpe de sismo por espalda
sin cimientos
ni contemplaciones
habrá que acostumbrarse sin respuesta
morir en una historia y otra historia
salir de madre pateando las preguntas
por los caños de la piel
hasta los huesos
y andar
humano nomás
apuntalando luchas
controlando el pulso de la tierra
mirarse escombro en el mapa de los sueños
UN HOMBRE
el sol al mediodía del desierto
un hombre elige piedras
piedra encastra piedra
apunta al menhir
descansa
apoya la espalda
sobre su obra nunca concluída
dios le toca la frente con el cielo
Liliana Ancalao
cada día hago el ritual
cierro los ojos
me desentiendo del miedo
aunque sienta pasos en el techo de casa
y la puerta esté abierta
y tenga las razones suficientes
de esconderme o de huir
en ese instante me extiendo en el espacio
suelto mi forma y nombre
vuelo hacia mí misma
sinfonía de ondas
pulsación
río profundo
en el viaje más lejos que conozco
Camila García Reyna
Sabe reír. En medio
del dolor se ríe
y juega.
En medio del dolor,
habla claro,
cuenta que todo es simple y claro:
un cuerpo, un mueble, las personas
que miran, hacen,
juegan;
asusta
su buen humor
para todo, su fastidio
por la ambigüedad.
Sabe reír:
"Nunca hubo ninguna cosa buena (el
sol, la gente) que
no estuviese compensada
con el dolor,
y al revés
por qué no al revés", dice.
Irene Gruss
para Hebe Uhart
Mira las cosas
y busca el sonido que las nombra:
Riachuelo.
Sol.
Montaña.
Cada cosa se acurruca en su sonido.
Y a nosotros nos gusta nombrar el mundo,
acurrucarnos en él.
María José Ferrada