Poemas a Robin
11 Si pudiera transformarme en nube y desde lejos acompañarte. O en el asiento de atrás del colectivo que te lleva a tu trabajo, medio dormido, a las seis de la matina. En cambio, escribo estos versitos que no pretenden ganar ningún trofeo literario, pero sí animarte un poco. Sobre todo, en esas horas que se pierden sin ningún sentido, o mientras hacés malabares para llegar a fin de mes. Robin, amigo, que mis palabras toquen tu corazón que espera con ansiedad el viernes, y te hagan sonreír. Un sonrisa tuya es todo lo que espero, así que le pido encarecidamente a quien esté a cargo de estas cosas, me dicte versos que te saquen una sonrisa -no más que eso, mientras se acerca la primavera. 23 No confundamos la poesía con la vida, Robin. La vida poética (por más bella que sea) es una maldición. Las manzanas se convierten en frutos del pecado original, y las rosas un turbión de amor rotando en un jardín que no existe. En ese mundo, tu pelo no sería tu pelo, y tu sexo no me empu...