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Mostrando entradas de marzo, 2016

Pradera

Algún día trabajaré de lo que me gusta tendré hijos haré dulces caseros escucharé música que otro puso y me gustará cerraré los ojos frente al sol con un pullover de lana y tiraré la cabeza para atrás a veces me veo corriendo por las praderas libre y feliz por un pastizal dorado hay alguien cerca mío no sé quién es siempre voy a tratar de ser alguien más parecido a un animal olvidarme de mis obligaciones políticas de mis sentimientos desde el abismo desde la mismísima nada hacia la mismísima nada por preparar un omelette. Ana Inés López (2013) El campeón existencial . Buenos Aires: Determinado rumor (Ebook) .

Una gestión sensible

Oh, por favor señor policía, estoy perdida en el bosque. Tengo las encías ardidas de tanto masticar hierba y corteza. Y de pronto, conmovida de la mente por el ayuno y la ingesta de setas, caí en un emplasto de agujas de pino y me dormí. "Hágase la ley" soñé en voz alta y recordada vi la luz en el aceite tirante de sus botas. Lléveme montada y dolorida donde sea que usted sepa que hay un estanque, deme mate y deme también de comer. A usted se le debe ir bien la caza, cédame su Bremer escote V. Deme, deme, deme un atracón de leche, policía estoy hambrienta como una nena, escuche cómo me cimbra el abandono. Si estuve al filo de la muerte y su filo me abrió el gollete, perdóneme la sangre en el nailon de mi vestido, perdóneme las muelas secas y podridas como castillos, perdóneme y me bese, ¿es que no ve que estoy al comando de una gestión sensible? Fernando Callero (2012) Una destrucción muy fina . Buenos Aires: Det

pensé en las canciones felices de la infancia

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Claromecó pensé en las canciones felices de la infancia tan poderosas para todo lo que yace cerré las ventanas: un espacio vacío recordé un viejo cuento de un marinero niño que iba a pescar todos los días. imaginé las redes y los peces de colores bailando su muerte, miré alrededor de mi habitación a oscuras una cama y yo dije tu nombre y me dormí en el mar Florencia Gutman (2013) Adonde van las nubes . Rosario: Danke.

Imagino la costa como una franja

Imagino la costa como una franja de arena blanca y un hombre en el agua con un caballo el hombre se sube al caballo empieza a galopar en cámara lenta hay unos lilas atrás que quizás sean flores el caballo levanta miles de gotas de aguas a cada paso las gotas saltan algunas estallan contra la piel del animal le mojan el pelaje y siento olor a barro NO QUIERO EXAGERAR DESEO TODO cueva luz agua viento tierra sol salir de la cueva luchar contra el viento llegar a la orilla pisar las piedras comprobar la resistencia meterme en la ola sobrevivir. Manuela Suárez (2014) Mágico Hermoso Profundo . Rosario: Municipal de Rosario.

Una prisión al aire libre

Pero libertad es sólo lo que se conquista. Cuando me la dan, me están ordenando ser libre. Clarice Lispector (2011) "Brasilia: cinco días" en Para no olvidar . Buenos Aires: El cuenco de plata.

Amor es no tener

Amor es cuando nos es concedido participar un poco más. Pocos quieren el amor, porque el amor es la gran desilusión de todo lo demás. Y pocos soportan perder todas las otras ilusiones. Están los que se ofrecen como voluntarios del amor, pensando que el amor enriquecerá su vida personal. Es lo contrario: el amor es, finalmente, la pobreza. Amor es no tener. Incluso, amor es la desilusión de lo que se creía que era amor. Clarice Lispector (2011) "El huevo y la gallina" en Felicidad clandestina . Buenos Aires: El cuenco de plata.

Corriendo con mis poemas hacia alguna parte

De noche y madre Anoche mi madre y yo hablamos. Descansábamos echadas en su espaciosa cama. Yo le hablaba de mi trabajo, de lo que veía que pasaba en el país, y de lo que mis compañeros pensaban que podría pasar pero no pasaría. Ella fumaba con los ojos cerrados y me hablaba de su pierna lisiada, de que a mi edad yo tenía un buen trabajo, una chispa de suerte que mis hermanos todavía no tenían. En el fondo de sus palabras, parecía decirme algo sobre el valor, algo como: "No sé lo difícil que sea para vos escribir y trabajar en estos tiempos pero si es necesario debes sobornar al sol. Hay cosas que solo uno sabe que no debe dejar de hacerlas". Eso me decía a mí misma que quería decirme mi madre, mientras me quedaba con los ojos abiertos de ciega, y me imaginaba corriendo con mis poemas hacia alguna parte. Emma Villazón Richter (2014) 1000 millones: poesía en lengua española del siglo XXI . Rosario: Editorial Municipal del Rosario.

Las manos de la poesía

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En los textos de Claudia Masin (Resistencia, Chaco, 1972) las palabras son como toques dados cuidadosa pero firmemente sobre los doloridos, agobiados, inertes o extasiados músculos de la existencia. Toques de una llamativa inteligencia afectiva que alcanzan los tejidos más inaprensibles del cuerpo y el alma. Existencia que así se vuelve un poco más transparente, menos perturbadora. Comparto entonces dos poemas de Claudia Masin. POTRILLO Cada uno carga su familia como los mendigos sus bolsas raídas, esas cosas que ya no sirven para nada, pero no se pueden abandonar: son parte del propio cuerpo, del camino recorrido. Es difícil soltar lo que nos ha acompañado tanto tiempo, aunque lastime y agobie y la espalda se incline bajo el peso. Como si fuéramos la muesca diminuta sobre el arma disparada en un pasado remoto, en una tierra desconocida decidieron por nosotros, antes de que naciéramos, hasta los muertos que tendríamos que llorar. Pero si nos acompaña una multitud a

XXVII

Quiero ser Lucía, la china del supermercado, que sonríe cuando dice no tengo. Valeria Pariso (2013) Paula levanta la persiana . Buenos Aires: Ediciones AqL.

La sangre debe haber cambiado

La sangre debe haber cambiado veo la musculatura toco la carne viva desde allá atrás donde se ven los árboles viene una brisa con olor a pino y flores con cada pisada los camalotes se balancean como meciéndose en colchonetas protectoras ninguno se da vuelta por abajo del agua miro el vaivén de las raíces las micropartículas de vida que aparecen porque las cosas se mueven y se juntan con otras capaz somos otro desastre natural empiezo por decirle al planeta vos me diste de comer ahora ¿podré hacerte feliz? nos lanzamos resistiendo a todo menos a nosotros mismos con la seguridad de quienes se creen capaces de amar como animales PERO SOMOS HUMANOS QUÉ TRISTEZA nunca vamos a aprender a amar como aman los seres naturales como esa vez en el living que él me explicaba en cuántas partículas más nos podíamos dividir y yo quería que estuviéramos juntos. Manuela Suárez (2014) Mágico Hermoso Profundo . Rosario: Municipal de Rosario.

Todo hace ruido

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Una noche navegando en la web, buscando encontrarme en alguna palabra, alguna imagen, di con Corazón de quimera, el blog que entonces llevaba adelante Jimena Arnolfi y que hoy continúa pero bajo otro título: El poema del momento . Recuerdo que leí dos o tres poemas suyos y me sentí aliviada: eran breves, lúcidos, tónicamente equilibrados. También uno de Wislawa Szymborska que hablaba sobre el vínculo de dos hermanas y me llenó de amor. Así conocí a Jimena -nacida en Buenos Aires y radicada en la actualidad en Entre Ríos- y le pregunté primero si aceptaba ser mi amiga en Facebook y después si sus libros se distribuían en Rosario. Como esto último era muy poco probable, propuso enviarme por mail su libro  Todo hace ruido . La generosidad de ese gesto ya fue un gusto para mí que siguió creciendo poema a poema. A continuación comparto un texto donde intento plasmar las impresiones que me dejó su lectura y, más abajo, algunos poemas del libro. Las cosas de frente sobre Todo

Así

Muerta por dentro, pero de pie. Como un árbol. Alejandro Casona (1997) Los árboles mueren de pie . Buenos Aires: Losada.

El infierno otra vez

ELLA: Las cosas no deben llegar a ese extremo más que una vez en la vida, ¿no le parece? ÉL: ¿A dónde? ELLA: A semejante infierno. Él: Supongo... (un tiempo) . O si no... Se hunden por segunda vez en la turbación, pero ahora ninguno de los dos intenta evitarla. Él: O si no es que la ex-pe-rien-cia... esa cosa abominable, no sirve para nada... ELLA: No... no es así... creo que se equivoca... si vuelve a ocurrir... es algo que pensé mucho después... es porque uno no ha podido encontrar otra manera de... Ella busca las palabras. ÉL, las encuentra : ...de no caer... ¿en el hastío, por ejemplo? ELLA, baja los ojos : Yo creo que sí. (Un tiempo) . ¿Y usted? Marguerite Duras (2005) La música . Buenos Aires: Bajo la luna.

cada día intento renunciar

cada día intento renunciar al empeño errado de mi introspección que ha recibido una educación de ansiedad tan potente como para despojarme por completo de lo que en cualquier momento podría haber sido mi vida algo que podríamos llamar la parte que me correspondía del tiempo discutimos sobre lo irrecuperable sobre la experiencia o el desenfreno obtuso sobre la sucesión de los días como único antídoto contra la necedad y me pregunto si quedará algo de mí una vez que desacredite a los males que existen únicamente como alucinación o recuerdo de la agresividad desconsolada de nosotros los insatisfechos mi vida sin el aturdimiento de lo que ya no tengo Julia Enriquez (2014) Ambulancia improvisada . Rosario: Municipal de Rosario.