lento y brillante

¿Has visto funcionar esa robótica de la palabra? Ya pútridos, vegetativos, la muy puta nos extendería indefinidamente con su respiración artificial. Valeria Andelique (2015) Una rehabilitación tradicional . Ilustraciones de Valeria Marioni. Santa Fe.

A veces todo me parece de otro siglo: las casas de tejas con enredaderas, las mujeres con bebés cruzando la calle, los árboles sin hojas, el cielo de las cinco en un pueblo de paso. Como si todo hubiera dejado de existir hace tiempo como si todo perteneciera a un pasado olvidado y de las cosas sólo quedaran los conceptos que a veces recupero asombrada, como ahora, y cuando eso sucede me dan ganas de llorar con una duración proporcional al tiempo en que los conceptos tardaron en vaciarse de materialidad y me dan ganas de correr aunque eso signifique la soledad eterna en medio de la naturaleza eterna. A mirar y escuchar la montaña y el cielo el resto de mi vida hasta que todo vuelva a ocupar su lugar de contenido total hasta que todo tenga otra vez su original consistencia y esté el mundo y esté yo dentro de un paisaje sólido, visible, inconfundido. Esa desesperación, la sombra de un árbol esfumándose entre las últimas luces de un pueblo en invierno, eso es dios para

Cómo olvidar la técnica de respiración    (...)    Hace una semana me agarró un nuevo síndrome (mi psicólogo estaría orgulloso), fruto del exceso de yoga. De tanto percibir mi respiración, no puedo dejar de percatarme que estoy respirando, aún después de terminada la clase. Y si tengo que correr un colectivo o hacer más de dos cosas al mismo tiempo, como atender el teléfono, mientras guardo mi billetera y abro la puerta del ascensor para que no se vaya, se me complica tanto dar la orden de seguir respirando que colapso.    Al final entendí que mi cuerpo me obedece menos que al promedio de las personas. La respiración era de las cosas que me salían bien, pero ahora está en una zona gris y va camino al fracaso. Lo lindo sería vivir abajo del agua y respirar por las axilas.    Nadie piensa que Dios es cool    Es el primer sábado a la noche en dos años que mi novio hace la suya. En vez de salir con mis amigas a una fiesta vip en Ezeiza, me vine a la casa con jardín de mis

salí a pasear por la cuadra con mi perro era la siesta y llegué a mi niñez saqué una foto de agua celeste de jabón en la zanja una tortuguita verdosa se bañaba en luz ooooooo se zambulló de repente y el sol lengüeteaba los                                                                                 /renacuajos Juana maullaba entre plantas de un verde habitado por violeta. ooooooo unos naranjeros combatían en el mango de Roberto. y quizás sea un lugar común escribir sobre la infancia, ooooooo o una poesía de protesta, pero alguien debería pedir que no asfalten, ooooooo decirle no ooooooo al progreso ooooooo desear tener zanjas. Rocío Navarro (2016) mi jardín salvaje . Resistencia: Autoedición.

Los mejores recuerdos son de estar cerca del agua. Me quedaría hasta las diez haciendo la plancha escuchando desde abajo el colectivo en la ruta. La pastilla de freno está diseñada para producir fricción en el disco y la empresa de transporte lo sabe de acá a la China y así todo. Me quedaría haciendo la plancha hasta que los mosquitos vengan a atacar por los flancos que quedan fuera si el eco del fondo del río se siente metiendo la cabeza abajo del agua en cualquier pozo de la provincia: agua de pozo dulce clorada marrón filtro purificador desagüe florida isla flotante barrefondo lechiguanas charigüé. En la terraza no tenemos pileta tenemos manguera a la que no le llega alta presión así que chorrito y una bañera vacía que era una gran maceta llena de maleza y escombros. A la vecina del caniche alto no le gusta que le caiga una gota del riego de plantas del balcón pero ni se inmuta ante los chorros de aire acondicionado. Me quedaría haciendo la plancha

El pensamiento nadie se lo toma en serio, salvo los que se pretenden pensadores o filósofos de profesión, lo que no impide, ni muchísimo menos, que tenga sus aparatos de poder, y que uno de los efectos de ese aparato sea precisamente decir a las personas: no me toméis en serio, yo pienso por vosotros, os doy una imagen, una conformidad, normas y reglas a las que podréis someteros hasta tal punto que llegaréis a exclamar: "No tiene importancia, no es asunto mío, es asunto de los filósofos y de sus teorías puras". La historia de la filosofía siempre ha sido el agente de poder dentro de la filosofía, e incluso dentro del pensamiento. Siempre ha jugado un papel represor: ¿cómo queréis pensar sin haber leído a Platón, Descartes, Kant y Heidegger, y tal o tal libro sobre ellos? Formidable escuela de intimidación que fabrica especialistas del pensamiento, pero que logra también que todos los que permanecen fuera se ajusten tanto o más a esta especialidad de la que se burlan. Hi

Yo espero. En verdad yo no espero ni esperaré jamás otra cosa que el Visitante que nunca llega, del Vishnu Purana . Esta espera es lo que dejo aquí. Ella toma innumerables formas, pues el Visitante que nunca llega puede y debe ser esperado en todo. Él no es real más que en esta espera, pero en ella sí es real: en ella, por así decir, viene. Él es el sentido que se difiere, la esperanza o la visión que se ofrecen tanto como se escapan, en una palabra, la serenidad de la espera que no es otra cosa que espera, pero que se ilumina como espera. El Visitante que nunca llega es el tejido mismo de nuestros días. Roger Munier citado por Roberto Juarroz (2000) Poesía y realidad . Pre-Textos.

Currículum Vitae digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera que no bebiste el vino de la victoria sino tu propia sal que jamás escuchaste vítores sino ladridos de perros y que tu sombra tu propia sombra fue tu única y desleal competidora. * Tal vez en primavera Tal vez en primavera. Deja que pase esta sucia estación de hollín y lágrimas hipócritas. Hazte fuerte. Guarda miga sobre miga. Haz una fortaleza de toda la corrupción y el dolor. Llegado el tiempo tendrás alas y un rabo fuerte de toro o de elefante para liquidar todas las dudas, todas las moscas, todas las desgracias. Baja del árbol. Mírate en el agua. Aprende a odiarte como a ti mismo. Eres tú. Rudo, pelado, primero en cuatro patas, luego en dos, después en ninguna. Arrástrate hasta el muro, escucha la música entre las piedrecitas. Llámalas siglos, huesos, cebollas. Da lo mismo. Las palabras, los nombres, no tienen importancia. Escucha la música. Sólo la música. Bla

el viento entre los árboles ¿y si el amor no fuera sino una conversación infinita sólo interrumpida de vez en vez por el viento entre los árboles? * los mensajes cuando vuelve a su casa ella encuentra un mensaje llama, pero él no está esa tarde se va para no quedarse ahí esperando y él llega hasta su puerta ella llama otra vez pero atiende otra persona podría llorar pero dice: estos pequeños desencuentros van a ser la sustancia misma de este amor. Anahí Mallol (2013) como un iceberg . Buenos Aires: Paradiso