CAZÓN

 
Cazón
 
Algo, bellísimo y tranquilo,
brillaba corriente adentro
mirando todo alrededor.
Negro como bota de pescador
y la pancita blanca.

Si me pidieran una imagen, podría dibujar una sonrisa
unos ojos perfectamente redondos, sobre el mentón,
una sonrisa punzante
miles de uñas afiladas.

Y ustedes saben
lo que una sonrisa significa
¿no?

*
 
Quería
alejarme, quería el exilio
el pasado ya no era mi país; quería
que mi vida se cerrara, y se abriera
como una bisagra o un ala, como esa parte de la canción
    cuando estalla
contra las piedras: una explosión, un descubrimiento;
    quería
apurarme en el trabajo de la vida; quería saber,
quienquiera que fuese, que estaba viva
 
viva
por un rato.
 
*
 
Era la tarde, el verano había terminado.
Tres peces pequeños, no sé qué eran,
se apiñaban en las olas más altas
mientras el cazón volvía
nadando hacia adentro, sin esfuerzo,
todo su cuerpo
un solo gesto, un brazo negro
que fácilmente podía acomodarse
alrededor de los cuerpos
de los pequeños peces.

*

También quise
ser capaz de amar. Y todos sabemos
cómo funciona eso
¿no?

Lento.

*

El cazón desgarra la levísima tela del agua.

*

Ustedes no quieren escuchar la historia
de mi vida, y de todas formas
yo no quiero contarla, quiero escuchar

las enormes cascadas del sol.

Y sin embargo, es la historia de siempre -
algunas personas intentando
de una u otra forma
sobrevivir.

En general, quiero ser amable.
Y nadie, por supuesto, es amable
o malo
porque sí.

Y nadie puede escapar, debemos
nadar a través del fuego para permanecer
en este mundo.

*

Y ¡mirá! ¡mirá! Tal vez sea mejor
que esos peces se despierten
y huyan del futuro sin esperanza
que crece como una sombra
sobre ellos.

*

Probablemente
si no pierden el tiempo
buscando un camino más fácil

puedan conseguirlo.


Mary Oliver
El trabajo del sueño (CABA: Caleta Olivia, 2021)

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