NADA ES TAN SERIO

Nada es tan serio
 
 
A Diana Bellessi, que me enseñó hace muchos años
cosas que recién estoy empezando a entender.

 
 
 
Nada es tan serio, no, pero hay cosas
sagradas: una corzuela dormida,
porque su sueño es ligero, porque es asustadiza,
porque tiene razón en tener miedo, porque el miedo
cansa, sagrada la escarcha en el pasto cuando amanece,
porque no dura, porque se va, se va, se va,
y lo que se va mientras nosotros nos quedamos
merece ser visto mientras esté, nada es tan serio
pero hay cosas sagradas: tu dolor cuando llega,
porque nunca podremos saber
cuánto es ni cómo se siente el dolor ajeno, una aguja
hundiéndose, un mazazo que cae cuando no
se lo espera, un corte limpio y profundo,
un fuego en el pecho, cómo es, qué podemos
saber de una vida ajena desde este universo
clausurado sobre sí, creemos que hay
un sol que gira únicamente para él
pero está solo, dando vueltas sobre un eje
increíblemente frágil, nada es tan serio,
pero que tengas un sueño tranquilo, animal
cansado y perseguido, que te repongas por un rato
del miedo, que si existen sueños en tu mundo
de bestia, sean
apacibles, con arroyitos
para detenerse a tomar agua y brotes
y adiós escarcha adiós, que vuelvas
convertida en temporal un día y yo sepa
que estás ahí, ahora en forma
de remolino de agua y viento,
adiós a todas las cosas que aparecen y
se deslizan hacia la inexistencia todo
el tiempo, adiós también a vos, ojalá pudiera
evitar irme y que te vayas, pero te deseo que hoy,
que estás acá, te apoyes en mí
como si fuera por un rato tierra firme
y no estas arenas movedizas
que somos todos, que soy yo cuando te digo
que el dolor va a pasar,
sin estar segura de lo que estoy diciendo, solo
porque quisiera que así sea y aunque sé
que las palabras no son sagradas,
ni siquiera son tan serias, qué otro puente,
qué otra soga tenemos: mi mano
sobre tu espalda y las cosas
que te digo con pudor, con vergüenza,
porque son pobres, porque no alcanzan, no importan
esas cosas, importa que me confíes
tu cuerpo, precioso porque está cansado,
porque dura poco y tiene miedo, qué puede
importar que te hable, es el sonido
de las palabras, no el sentido,
la cascada que apacigua, es el halo
que deja lo que digo, yo te reconozco, estás
viva, estuviste, yo estuve, no hay nada tan serio
pero ese fueguito que prendemos para que otro
sobreviva a la noche salva también la vida
de quien lo enciende, yo te agradezco fuego
por sacarme de la indiferencia
que es lo mismo que decir
por sacarme de la muerte, te veo, 
estás ahí, corzuela,
escarcha, amor mío, entonces existo, entonces
sí podemos reírnos de lo poco que somos
y tenemos, por eso hay cosas sagradas,
para que nada sea tan serio, para que mañana
el mundo siga siendo igual de hermoso
y brutal aunque no estemos.

Claudia Masin
La mujer maravilla y yo (Caleta Olivia, 2022)

Comentarios