Vuelve a ti mismo

El principio del mal no se encuentra en el conocimiento erróneo del bien que es el fin de la acción, sino en la infidelidad a sí mismo. Conócete a ti mismo ya no quiere decir, a la manera platónica: conoce dónde está tu bien. Quiere decir: vuelve a ti mismo, a aquello en ti que no te puede engañar. Tu impotencia no es sino pereza para caminar. Tu humildad no es otra cosa que temor orgulloso de tropezar ante la mirada de los demás. Tropezar no es nada; lo malo es divagar, salirse del camino, dejar de prestar atención a lo que se dice, olvidarse de lo que uno es. Toma, entonces, tu camino.
[Este] principio de veracidad está en el corazón de la experiencia de emancipación.

Jacques Rancière
(2016) "La razón de los iguales" en El maestro ignorante. Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual. Buenos Aires: Libros del Zorzal.

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