No das más de amor

El descanso

Y hay, entre todos los que se aman, algunos que no pueden
lograr nunca el descanso en los brazos del amado. A esos,
la serenidad del corazón no los alcanza, y les toca el trabajo
constante de inventar -para poder saber el uno del otro-
un lenguaje se señas semejante al de los barcos
que a través de luces o sirenas se llaman en la noche,
a veces se responden, otras veces se ignoran y se vuelven
solitarios y callados como las criaturas
del fondo del mar.

Claudia Masin
(2010) La plenitud. Buenos Aires: Hilos Editora.

Las canciones más cortas

Al pájaro que canta en mi cabeza
Y me repite que te amo
Y me repite que me amas
Al pájaro del fastidioso estribillo
Lo mataré mañana en la mañana.

Jaques Prévert

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