Poemas de Laura Wittner
PLACERES NOCTURNOS A Clara También nosotras nos paramos a sentir la noche cada una en su barrio pero al mismo tiempo. Acá hay un cielo gris blanqueado que huele a agua de río o algo así. No entro a casa; aspiro hondo, le pido un deseo único a ese olor. Y entonces el deseo se atomiza, átomos del deseo cubren la ciudad: empieza una lluviecita plana, discreta, hecha de constancia, que no se escucha con las ventanas cerradas. Eso es cumplirse, más o menos. TUVE SUEÑOS FEOS PERO FUE UNA NOCHE PLÁCIDA La tormenta trajo chicas que estornudan en el andén del subte al mediodía yendo a almuerzos de domingo con la ropa de ayer. Yo hago lo de siempre: me refriego los ojos, piens...