Entradas

Mostrando entradas de enero, 2018

POEMA DE CELESTE PORTA

Junto los pedazos de mi cuerpo desparramados en sueños. Lo armo como un rompecabezas  cada mañana. Hay piezas que ya no encajan de tanto intentar ponerlas en lugares equivocados. ¿Qué remedo me salvará de los agujeros,                                                     esta vez?  Celeste Porta mcelestia.blogspot.com.ar

POEMAS DE ESTELA FIGUEROA

Una rosa. Una rosa. Todo lo que quería de él era una rosa. No una rosa cualquiera. Una rosa roja. Se cansó de pedírsela. Él se reía. Nunca hay que reírse de los deseos de alguien que nos ama. El hombre enfermó gravemente. Ella lo cuidó con devoción. En la casa. En el hospital. Murió en medio de una hemorragia. Un poco de sangre salpicó las manos de la mujer, que en estado de éxtasis exclamó: -¡La rosa roja! ¡La rosa roja! SENTIMENTAL Mis sentimientos rodean la cintura del mundo como dos largas manos cuyos dedos se rozan. O como un elástico demasiado tensado que de pronto se corta. DE CERCA, DE LEJOS A una herida sucede otra. A cada herida un vendaje. Transeúnte: no quiero que me miren. De cerca debo parecerme a una momia. De lejos una novia abandonada. TRAGEDIA GRIEGA A veces la confusión se produce al elegir un rol equivocado. Algunos sólo servimos para estar en el Coro diciendo parlamentos y

POEMAS DE VERÓNICA LAURINO

AMOR Mi dolor de muela la otitis un grano en el rostro la quebrada muñeca. El malestar mayor el amor y mi desdicha. Aún así casi a propósito insisto en quererte. RÍO I Antes del televisor fue el fuego. Antes del cine fue el río: ver y soñar pero yo era niña y el Paraná me daba vergüenza. Creía que los ríos debían ser cristalinos, limpios y ahí estaba él barro rojizo ostentando su bravía. II Ni truchas ni salmones sólo mojarritas, delicia de la infancia. Barrancas de aprendizaje al suicidio. Playa, deleite del bañista nadador salvaje sin pileta ni club naútico. Isla placer con pena paraíso del pobre y sus mosquitos nadar y pescar la deriva. Cuando era niña, ya lo dije el Paraná me daba miedo. Los dos pudimos sobrevivir                 a mi vergüenza. Verónica Laurino 25 malestares y algunos placeres (Rosario: Ciudad Gótica, 2006)

POEMAS DE LAURA WITTNER

VECINAS Las dos fuimos hacia la ventana al levantarnos. Esa mata de árboles y verdes enredados de donde salen chillidos y aleteos que separa su ventana de la mía es un alivio a cualquier hora. Las dos fuimos hacia la ventana pero ella fue casi desnuda. Los árboles, las lianas, las aves en el medio; y más allá su cuerpo blanco (tetas grandes, caídas, y panza señorial) fue también un alivio. FÁBULA DEL GRAN DANÉS Yo dije por decir: me gustaría tener un gran danés, porque en la calle qué regios quedaríamos. Él a mi lado, un novio principesco, y yo despreocupada, conversándole. Y se me respondió: qué estupidez, qué proyecto imposible. ¿Quién puede mantener un gran danés? Es grande, caro, tonto, blablablá. Alguien que así se expresa, pensé yo, no te conviene. No sabe interpretar tus devaneos. Baja el puño sobre la fantasía salvadora. Alejate de él. Y me alejé. SALIMOS DEL CAFÉ Salimos del café, cayó la lluvia. Bien fuerte y bien encima. Desplegué mi parag